Las neoplasias benignas, también conocidas como lunares, son crecimientos no cancerosos de la piel que suelen aparecer como pequeñas manchas oscuras o protuberancias elevadas. Suelen ser inofensivos y se forman a partir de grupos de células pigmentarias.
💚 Riesgo bajo: Las neoplasias benignas no son peligrosas y no requieren intervención médica. Se recomienda el autocontrol 1-2 veces al mes. Tratamiento o extirpación sólo por razones estéticas o si la afección empeora. Sin embargo, si dichas neoplasias cambian de tamaño, forma, color u otras características, deben ser examinadas por un profesional médico para descartar cualquier cambio peligroso.
⚠️ Riesgo medio: Algunas neoplasias benignas pueden imitar la apariencia de otras afecciones más peligrosas. Es muy importante hacer un diagnóstico correcto a tiempo. Si se trata de una patología detectada por primera vez, se recomienda acudir al dermatólogo durante un examen rutinario o en los 1-3 meses siguientes. Además – autocontrol 1-2 veces al mes y remisión repetida a un médico en caso de deterioro.
💊 Tratamiento: El tratamiento o diagnóstico de las neoplasias benignas no suele requerir una intervención urgente a menos que se produzcan cambios o síntomas significativos. Si nota algún cambio en dichas neoplasias, se recomienda que concierte una cita con un dermatólogo para que las examine. Los dermatólogos están especializados en el diagnóstico y tratamiento de afecciones cutáneas, incluidas las neoplasias benignas.
💡 Consejos para el autoexamen de la piel: Siga la regla ABCDE para la autoexploración cutánea. Realícese autoexámenes cutáneos con regularidad, idealmente una vez al mes, para estar atento a lesiones nuevas o cambiantes. Además, esté atento a cualquier cambio cutáneo inusual o molesto y comuníquelo inmediatamente a su dermatólogo.