El halo nevus (nevus de Sutton) es una neoplasia benigna que se eleva sobre la piel, rodeada por un borde de piel hipopigmentada. La mayoría de las veces, los halo nevos se observan en personas de 15 a 25 años: primero aparece una parte central pigmentada, alrededor de la cual se expande gradualmente un anillo incoloro. Con la edad, puede producirse la involución de la parte central pigmentada del nevus (con la conservación únicamente del foco de hipopigmentación) o con su desaparición completa al cabo de 3-4 años.

Factores predisponentes

No existe una razón clara para la aparición del halo nevus. Sólo cabe hablar de factores predisponentes que, en mayor o menor grado, pueden aumentar el riesgo de neoplasias:

  1. Factor genético: la aparición del halo nevus puede deberse al genoma humano;
  2. La presencia de vitíligo;
  3. Radiación ultravioleta: la radiación ultravioleta artificial o solar es capaz de provocar la aparición del halo nevus;
  4. Enfermedades autoinmunes: se afirma que un anillo despigmentado se debe a una respuesta inmunitaria secundaria localizada a los melanocitos regionales, seguida de su destrucción.


Diagnóstico

El diagnóstico del halo nevus se basa en un examen clínico, que incluye una exploración rutinaria de la formación y una dermatoscopia. Si se sospecha un crecimiento maligno, puede realizarse una biopsia.

Síntomas

El examen visual del halo nevus revela una formación semiesférica, generalmente simétrica (oval o redonda), que se eleva por encima de la piel y alrededor de la cual se observa un borde de piel despigmentada. El foco de despigmentación también tiene forma ovalada o redonda regular, simétrica.

La superficie de la parte central (pigmentada) del nevus es ligeramente diferente de la textura de la piel o finamente tuberosa. La superficie del foco de despigmentación no se modifica (patrón cutáneo normal).

Los bordes del halo nevus son claros y uniformes. El color de la parte central varía de carne, bronceado a marrón oscuro, mientras que la distribución del pigmento en toda la formación es uniforme. A veces hay una disminución gradual de la intensidad del color en la dirección del centro a la periferia, o varios tonos del mismo color dentro de la formación. El color del borde circundante es uniforme, a menudo completamente ausente, con menos frecuencia marrón claro o rosa pálido o con ligera hiperemia, sin embargo, el tono es inestable y puede cambiar con el tiempo. El halo incoloro se hace más perceptible y contrastado tras el bronceado.

La presencia de halo nevus no afecta al crecimiento del vello. A veces, en la parte central, se produce el crecimiento de un único vello grueso erizado o esponjoso.

El diámetro de la parte central pigmentada del nevus no suele superar los 10 mm. El diámetro total del halo nevus, teniendo en cuenta el borde despigmentado, puede alcanzar los 3-4 cm. Con el tiempo, el diámetro del foco de despigmentación puede variar tanto en sentido de aumento como de disminución. La altura de la parte sobresaliente del nevus por encima del nivel de la piel no suele superar los 3-4 mm.

A la palpación del halo nevus, no se observan características: la consistencia de la piel ordinaria o ligeramente más blanda (parte central). Las sensaciones subjetivas también están ausentes.

Las neoplasias se localizan principalmente en el cuerpo, con menos frecuencia – en cualquier parte del cuerpo.

Descripción dermatoscópica

Con la dermatoscopia de la parte central del halo nevus, se pueden visualizar las siguientes características:

  • Calle adoquinada – red de elementos pigmentarios ovalados;
  • Estructuras papilares – estructuras tuberosas desiguales, aplanadas debido a la presión durante la dermatoscopia;
  • Elasticidad y deformación bajo presión
  • Glóbulos – grandes estructuras anulares hiperpigmentadas que se distribuyen uniformemente por todo el nevus o en el centro, rara vez se encuentran en la periferia (incluidos los glóbulos gris-marrón característicos de la hiperqueratosis);
  • Manchas: zonas hiperpigmentadas sin estructura localizadas en el centro;
  • La red pigmentaria es un patrón de agujeros hipopigmentados y líneas homogéneas de marrón claro a marrón oscuro. Las líneas se adelgazan uniformemente hacia la periferia de la formación;
  • Puntos – son pequeñas estructuras redondas hiperpigmentadas que se localizan en el centro o se encuentran en las líneas pigmentadas de la red;
  • Red vascular – representada por vasos monomórficos difusos ligeramente curvados (vasculatura regular);
  • Tinción uniforme difusa de toda la formación.


Con dermatoscopia de la zona despigmentada – aspecto de piel ordinaria con presencia de estructuras pigmentarias apenas perceptibles o inexistentes, tal vez una red vascular regular más marcada.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial se realiza con neoplasias como:

  • Nevus simple
  • Nevus de Spitz
  • Nevus azul
  • Vitiligo
  • Liquen plano
  • Molusco contagioso
  • Nevus displásico
  • Carcinoma basocelular
  • Melanoma


Riesgos

El nevus Halo es seguro y no conlleva un mayor riesgo de melanoma. Si no hay ningún efecto externo sobre un nevus de este tipo (traumatismo, radiación ultravioleta, radiación ionizante), el riesgo de malignidad es comparable al riesgo de un tumor maligno en la piel sin cambios. Signos de una posible malignidad: un cambio de aspecto, la aparición de sensaciones subjetivas.

Tácticas

En ausencia de efectos perjudiciales sobre el nevus halo, cambios de aspecto y sensaciones subjetivas, basta con un autocontrol (o inspección con ayuda de otras personas en zonas inaccesibles) al menos una vez al año. Si se han producido daños mecánicos en el nevus, su irradiación activa con radiación ultravioleta o ionizante, así como si se observan cambios en el propio nevus o aparecen sensaciones antes ausentes, es necesario consultar a un dermatólogo u oncólogo.

El especialista determina la posibilidad de un seguimiento dinámico posterior (las condiciones se determinan individualmente) o se dan indicaciones para extirpar el nevus dañado. Es necesario extirpar aquellos nevus que están sometidos a traumatismos constantes y crónicos con la ropa, joyas o debido a las características del empleo profesional.

En el caso de la observación dinámica, es de gran valor la fotofijación de las neoplasias cutáneas, que posteriormente determinará incluso pequeños cambios en el aspecto del nevus.

A los pacientes con múltiples lunares se les recomienda un examen por un dermatólogo u oncólogo en primavera y otoño (antes y después de la temporada de playa). A estos pacientes también se les recomienda elaborar un mapa de neoplasias cutáneas, lo que simplifica enormemente la observación posterior, la búsqueda de nuevas formaciones o un cambio en las existentes.

Tratamiento

Únicamente quirúrgico (clásico, con bisturí eléctrico o radial) con examen histológico obligatorio.

No se recomienda el tratamiento del halo nevus con métodos destructivos (extirpación con láser o criodestrucción).

Prevención

La prevención de la aparición de nevus y de su malignización consiste en una actitud suave y cuidadosa con la piel:

  • Limitación de la radiación ultravioleta (cama bronceadora, bronceado solar);
  • Uso de cremas protectoras durante los periodos de sol activo;
  • Exclusión de traumatismos cutáneos crónicos
  • Limitación o exclusión de las radiaciones ionizantes, riesgos profesionales;
  • Cumplimiento de las medidas de seguridad cuando se trabaja con factores que dañan la piel;
  • Higiene personal y concienciación básica sobre los tumores cutáneos.


Además, es necesaria la inspección periódica del halo nevus, la consulta oportuna a un especialista en caso de cambios externos y la extirpación de neoplasias potencialmente peligrosas.