Nevus de Spitz (epitelioide y de células fusiformes) – una neoplasia benigna que se eleva sobre la piel. Como regla general, nevus de Spitz se adquiere (en 10% – congénita). Alrededor del 70% de todos los casos se observan en personas menores de 20 años. A veces se observan lesiones múltiples. Por sexos, los nevus son igual de frecuentes en hombres y mujeres.

Factores predisponentes

No existe una razón clara para la aparición de los nevus de Spitz. Sólo cabe hablar de factores predisponentes que, en distintos grados, pueden aumentar el riesgo de neoplasias:

  1. Factor genético: la aparición del nevus de Spitz puede deberse al genoma humano;
  2. Radiación ultravioleta: la radiación ultravioleta artificial o solar puede provocar la aparición de nuevos nevus;
  3. Cambios hormonales: especialmente durante la pubertad o durante el embarazo.


Diagnóstico

El diagnóstico del nevus de Spitz se basa en un examen clínico, que incluye una exploración rutinaria de la formación y una dermatoscopia. Si se sospecha un crecimiento maligno, puede realizarse una biopsia.

Síntomas

Un examen visual del nevus de Spitz determina una formación semiesférica o aplanada (raramente plana) que se eleva por encima de la piel, la mayoría de las veces simétrica (oval o redonda). La superficie del nevus es ligeramente diferente de la textura de la piel ordinaria o finamente tuberosa.

Los bordes del nevus de Spitz son claros y uniformes. El color de un nevus simple varía de intenso (rojo claro) a marrón o marrón oscuro, mientras que la distribución del pigmento en toda la formación es uniforme. A veces hay una disminución gradual de la intensidad del color en la dirección del centro a la periferia, o varios tonos del mismo color dentro del nevus.

En la zona del nevus de Spitz nunca crece pelo, lo que constituye una característica distintiva de esta formación y desempeña un papel importante en el diagnóstico diferencial.

El diámetro del nevus de Spitz suele ser de 3-8 mm. La altura sobre la piel no suele superar los 5-7 mm.

A la palpación, el nevus es ligeramente más denso que la piel normal. No hay sensaciones subjetivas.

Se localizan principalmente en la cara, el cuello y las extremidades, con menos frecuencia – en el cuerpo.

Descripción dermatoscópica

Con la dermatoscopia, se visualizan las siguientes características del nevus de Spitz:

  • Patrón en estrella: presencia de bandas, puntos y/o glóbulos de pigmento que divergen radialmente desde el centro hacia la periferia – el principal síntoma dermatoscópico;
  • Estructura simétrica azul-blanquecina sobre el fondo de elementos pigmentados (a menudo manchas) en el centro del nevus;
  • Elasticidad y deformación bajo presión;
  • Red vascular – representada por vasos monomórficos difusos ligeramente curvados (vasculatura regular);
  • Tinción uniforme difusa de toda la formación.


Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial se realiza con tales neoplasias pigmentadas, como:

  • Nevus simple
  • Nevus papilomatoso
  • Molusco contagioso
  • Nevus azul
  • Nevus displásico
  • Carcinoma basocelular
  • Melanoma


Riesgos

El nevus de Spitz es seguro y no conlleva un mayor riesgo de melanoma. En ausencia de efectos externos sobre un nevus de este tipo (traumatismo, radiación ultravioleta, radiación ionizante), el riesgo de degeneración maligna es comparable al riesgo de melanoma en una piel sin cambios.

Signos de una posible malignidad: un cambio de aspecto, la aparición de sensaciones subjetivas. El riesgo de melanoma en el fondo del nevus congénito es inferior al 1%.

Tácticas

En ausencia de efectos nocivos sobre el nevus de Spitz, cambios de aspecto y sensaciones subjetivas, basta con un autocontrol (o un examen con la ayuda de otras personas en zonas inaccesibles) al menos una vez al año. Si se han producido daños mecánicos en el nevus, su irradiación activa con radiación ultravioleta o ionizante, así como si se observan cambios en el propio nevus o aparecen sensaciones antes ausentes, es necesario consultar a un dermatólogo u oncólogo.

El especialista determina la posibilidad de un seguimiento dinámico posterior (las condiciones se determinan individualmente) o se dan indicaciones para extirpar el nevus dañado. Es necesario extirpar aquellos nevus que están sometidos a traumatismos constantes y crónicos con la ropa, joyas o debido a las características del empleo profesional.

En caso de observación dinámica, es de gran valor la fotofijación de las neoplasias cutáneas, que posteriormente determinará incluso los cambios menores en el aspecto del nevus.

Los pacientes con múltiples lunares requieren un examen por un dermatólogo u oncólogo en primavera y otoño (antes y después de la temporada de playa). A estos pacientes también se les recomienda elaborar un mapa de neoplasias cutáneas, lo que simplifica enormemente la observación posterior, la búsqueda de nuevas formaciones o un cambio en las existentes.

Tratamiento

Únicamente quirúrgico (clásico, con bisturí eléctrico o radial) con examen histológico obligatorio.

No se recomienda el tratamiento del nevus de Spitz con métodos destructivos (extirpación con láser o criodestrucción).

Prevención

La prevención de la aparición de nevus y su malignización consiste en una actitud suave y cuidadosa con la piel:

  • Limitación de la radiación ultravioleta (cama bronceadora, bronceado solar);
  • El uso de cremas protectoras durante los periodos de sol activo;
  • Exclusión de traumatismos cutáneos crónicos;
  • Limitación o exclusión de radiaciones ionizantes, riesgos laborales;
  • Cumplimiento de las medidas de seguridad cuando se trabaja con factores que dañan la piel;
  • Higiene personal y conocimiento básico de los tumores cutáneos.


Además, es necesario realizar un examen periódico de los nevus de Spitz, consultar a tiempo a un especialista en caso de cambios externos y extirpar las neoplasias potencialmente peligrosas.