Capacitar a los pacientes a través de Internet
Gracias a la rápida evolución de Internet y a la eficacia de las telecomunicaciones, los pacientes tienen hoy más control que nunca sobre su asistencia sanitaria. Los teléfonos inteligentes se han convertido en una puerta de acceso a la salud que permite a los pacientes conectarse con los profesionales sanitarios, compartir imágenes e incluso obtener información sobre sus dolencias a través de diversas aplicaciones. Esta revolución digital está reconfigurando nuestro panorama sanitario, y la última oleada, la inteligencia artificial (IA), promete cambiar las reglas del juego.
IA: la estrella emergente
La inteligencia artificial, impulsada por los rápidos avances en aprendizaje profundo, está empezando a salvar la distancia entre los médicos y las máquinas. Los chatbots ahora responden a nuestras preguntas y pueden ayudar a abordar la crisis de personal sanitario. Sistemas de IA como ChatGPT se utilizan en la práctica dermatológica y escriben manuscritos en segundos, y Dall-E crea arte en cualquier estilo. No se trata sólo de responder a consultas sanitarias, sino también de resumir conversaciones clínicas, producir ilustraciones médicas y generar publicaciones científicas. La era de la inteligencia artificial en la sanidad ya está aquí.
Atención personalizada en el horizonte
A largo plazo, la IA podría revolucionar la asistencia sanitaria proporcionando consejos personalizados adaptados a las características de cada paciente, superando las pautas únicas basadas principalmente en datos demográficos específicos. ChatGPT, por ejemplo, ha superado a la media de los estudiantes de medicina, y Google está probando su chatbot médico Med-PaLM2 en la Clínica Mayo, junto con el lanzamiento de la aplicación Derm Assist.
Impacto de la IA en la dermatología
Mientras que la IA ha avanzado notablemente en especialidades médicas como la patología y la radiología, la dermatología ha tardado un poco más en adoptarla. No obstante, se están produciendo avances impresionantes en la IA dermatológica, que mejoran la práctica y la atención.
Colaboración, no sustitución
Dejémoslo claro: la IA no sustituirá a los dermatólogos, sino que los potenciará. La mayoría de las herramientas de IA están diseñadas para complementar a los dermatólogos, mejorando la atención al paciente a través de un enfoque colaborativo conocido como inteligencia aumentada. Los dermatólogos que adopten la IA liderarán la atención al paciente, mientras que los que se resistan pueden quedarse rezagados.
Aplicaciones Skinive: Un cambio de juego
Las aplicaciones de IA más notables en dermatología son Skinive: la app Skinive para autoexámenes cutáneos en casa y la app SkiniveMD para médicos de cabecera y dermatólogos, así como otras herramientas de IA tienen un gran potencial para llevar la atención dermatológica a nuevas cotas. Sin embargo, también plantea nuevos retos, especialmente en el ámbito de la ética.
La IA en la asistencia sanitaria: Una rápida evolución
El papel de la IA en la asistencia sanitaria se está expandiendo a un ritmo sin precedentes. Más allá de la patología y la radiología, la dermatología está llamada a ser pionera. Los algoritmos de IA, ya sean de aprendizaje automático o no, pueden evaluar biopsias y estudios de imagen, a menudo superando a los expertos humanos. La IA ya se utiliza para evaluar anomalías cutáneas.
Skinive: Líder en inteligencia artificial para dermatología
Varias aplicaciones pueden analizar fotos de problemas de la piel tomadas con el smartphone para detectar riesgos de malignidad, y Skinive destaca como un ejemplo bien estudiado y de renombre. Estas aplicaciones sirven para diversos fines sanitarios, permitiendo a ciudadanos y pacientes evaluar el estado de su piel y determinar si es necesaria una visita al médico. Además, los especialistas en atención primaria, como los médicos de cabecera, pueden utilizar las mejores aplicaciones de dermatología para tomar decisiones de derivación o triaje de pacientes. Con una mayor sensibilidad y especificidad, aplicaciones de IA como estas podrían servir como valiosas segundas opiniones en atención secundaria e incluso como herramientas de cribado poblacional en salud pública. Como resultado, en última instancia, ayudará a aliviar el agotamiento de dermatólogos, médicos de cabecera y cosmetólogos.
Consideraciones éticas
Sin embargo, el rápido ascenso de la IA conlleva ciertas preocupaciones. La fiabilidad es primordial. Los falsos positivos de las aplicaciones de IA pueden provocar ansiedad e intervenciones médicas innecesarias. Los pacientes y los médicos a veces confían demasiado en los resultados de la IA, un fenómeno conocido como «sesgo de automatización». Lograr el equilibrio adecuado entre beneficios y perjuicios es esencial.
La IA ética: una necesidad
Las principales organizaciones, incluida la OMS, hacen hincapié en los aspectos éticos de la IA en la atención sanitaria. Principios como la fiabilidad, la seguridad, la transparencia y la inclusión guían el uso ético de la IA. Los principios fundamentales de la ética médica, como la beneficencia, la no maleficencia, el respeto a la autonomía y la justicia, siguen siendo pertinentes. La IA ética abarca no sólo la tecnología, sino también su uso responsable a lo largo del proceso de atención sanitaria.
Responsabilidad y rendición de cuentas
Determinar la responsabilidad por los errores o daños causados por las aplicaciones de IA es una cuestión crucial, especialmente para los médicos. En general, los médicos que recomiendan aplicaciones sanitarias tienen una responsabilidad profesional. Deben informar a los pacientes sobre los pros, los contras y los riesgos. La explicabilidad y la transparencia son fundamentales. Saber cómo ha llegado un algoritmo a una decisión fomenta la responsabilidad. Continúa el debate sobre si la IA debe ser siempre explicable o si basta con investigar para demostrar su fiabilidad.
Datos, privacidad y seguridad
En esta era impulsada por los datos, surgen preguntas sobre cómo manejan las aplicaciones los datos de los pacientes. El tratamiento de los datos se rige por leyes y normativas estrictas, pero puede ser necesario hacer concesiones. Los datos detallados pueden aumentar la fiabilidad, pero también plantean riesgos para la privacidad. En ocasiones, los intereses comerciales entran en conflicto con la prestación de una atención de calidad. Los datos, especialmente los sanitarios, son valiosos. Las investigaciones revelan que muchas aplicaciones sanitarias comerciales gestionan mal los datos de los usuarios. La transparencia es esencial, y los médicos deben advertir a los pacientes sobre estos problemas de privacidad.
Relación médico-paciente
Las aplicaciones dermatológicas permiten a las personas tomar las riendas de su salud, lo que aumenta la autonomía del paciente y la accesibilidad. Sin embargo, esta ventaja no es universal. Algunos, a menudo debido a limitaciones de alfabetización digital, tienen dificultades para utilizar estas aplicaciones. Hay que tener en cuenta factores como el coste de los teléfonos inteligentes, las barreras lingüísticas y las preferencias personales por las interacciones cara a cara con los médicos.
La IA en dermatología como colaboradora
De cara al futuro, debemos considerar el papel de la IA como tercera parte en la asistencia sanitaria. ¿Cómo incorporamos las recomendaciones de tratamiento o los pronósticos de la IA a la toma de decisiones colaborativa? Los médicos y la IA pueden coexistir en varios modelos, desde la IA como herramienta hasta la IA como colega digital que ofrece segundas opiniones. Las tareas en las que la IA destaca podrían delegarse en aplicaciones, liberando a los médicos para que se centren en otros aspectos cruciales de la atención al paciente.
Reflexiones finales
A medida que adoptamos las derma apps y otras aplicaciones de IA, es vital debatir cómo pueden contribuir realmente a mejorar la asistencia sanitaria. La IA colaborativa y el uso responsable de la IA pueden marcar el comienzo de una nueva era en la atención dermatológica, proporcionando tanto a los pacientes como a los médicos potentes herramientas para mejorar los resultados. El futuro está aquí, y es un futuro en el que la IA apoya a los dermatólogos, no los sustituye.