La dermatitis seborreica es un trastorno inflamatorio crónico de la piel que provoca enrojecimiento, sequedad y descamación. La enfermedad suele afectar a las zonas de la piel donde hay mayor número de glándulas sebáceas: cuero cabelludo, cara, orejas. También puede provocar la formación de zonas gruesas de piel seca. Los síntomas varían de leves a graves.

La dermatitis seborreica se da tanto en bebés como en niños mayores y adultos. Este trastorno de la piel no es contagioso, ni causa daños ni caída del cabello, pero puede ser un grave problema estético.

Etiología


No existe una causa definida para el desarrollo de la dermatitis seborreica.

En los lactantes, la dermatitis seborreica puede deberse a la desaparición gradual de las hormonas transmitidas por la madre antes del parto.

Los hongos tipo levadura, que aparecen en la superficie de la piel sana con una frecuencia de hasta el 80%, pueden desempeñar un papel en la aparición de esta enfermedad.

Los desencadenantes comunes también pueden exacerbar o provocar el desarrollo de la dermatitis seborreica:

  • Estrés;
  • Clima frío y seco;
  • Cambios hormonales;
  • Patología concomitante grave;
  • Detergentes, disolventes, productos químicos y jabones agresivos.


Otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar dermatitis seborreica

  • Edad: niños menores de 3 meses y adultos mayores de 60 años;
  • Enfermedades: VIH, acné, rosácea o psoriasis, enfermedad de Parkinson, epilepsia;
  • Supresión del sistema inmunitario: toma de inmunosupresores tras un trasplante de órganos, quimioterapia;
  • Otras afecciones: alcoholismo, depresión, trastornos alimentarios.

Síntomas de la dermatitis seborreica


La dermatitis seborreica puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia afecta al cuero cabelludo, las pestañas, las cejas y la zona del triángulo nasolabial. La parte superior del pecho, la espalda y las regiones inguinal y axilar también se ven afectadas con frecuencia.

Los síntomas incluyen caspa, dermatitis del pañal, piel escamosa seca y escamas grasas. Además, hay un ligero picor, piel cerosa (sobre todo detrás de las orejas) y enrojecimiento de la piel (especialmente en la zona del triángulo nasolabial y en la frente). Con un curso leve, la hiperemia (enrojecimiento) puede estar ausente, especialmente en el cuero cabelludo.

¿Cuándo se debe acudir al médico?
Cuando aparezcan los primeros signos de dermatitis seborreica, debe consultar a un dermatólogo. Esto se debe al hecho de que enfermedades más graves pueden comenzar con signos similares, como:

  • Psoriasis;
  • Rosácea;
  • Dermatitis alérgica de contacto;
  • Infección por hongos;
  • Pitiriasis rosada;
  • Lupus eritematoso sistémico (parecido al eritema tipo «mariposa»).


Para diferenciar estas afecciones, además de la historia clínica y la exploración, el dermatólogo puede realizar raspados de piel u otras pruebas.

Asimismo, la consulta con un dermatólogo es necesaria en caso de exacerbación de la dermatitis seborreica para prescribir el tratamiento oportuno, excluir la progresión y el desarrollo de complicaciones.

Complicaciones


Principalmente en adultos (y normalmente en casos más graves), si no se trata, la dermatitis seborreica puede desarrollar una infección bacteriana secundaria. Esto se manifiesta por una hiperemia más pronunciada, dolor en la piel, aparición de humedad.

Otra posible complicación de la dermatitis seborreica está asociada a los efectos secundarios del tratamiento (por ejemplo, de los corticosteroides tópicos prescritos: adelgazamiento de la piel y aparición de telangiectasias -expansión de los vasos sanguíneos-).

En los adultos, la dermatitis seborreica suele ser una afección crónica que requiere un tratamiento periódico para aliviar los síntomas y reducir la probabilidad de reaparición de los brotes.

Diagnóstico


El médico realiza el diagnóstico basándose en la historia clínica y la exploración, prestando especial atención a la cara y el cuero cabelludo. Si el diagnóstico no está claro o el paciente no responde al tratamiento, se realizan otras manipulaciones aclaratorias, hasta llegar a la biopsia y el examen histológico.

Tratamiento de la dermatitis seborreica


El tratamiento depende de la localización de la dermatitis y de la gravedad de los síntomas. En caso de dermatitis seborreica del cuero cabelludo, tanto en niños como en adultos, se prescriben champús especiales. Antes de aclarar el champú, se pueden eliminar las escamas menos adheridas a la piel con un cepillo suave.

Si las escamas no se desprenden con facilidad, se pueden aplicar unas gotas de aceite mineral en el cuero cabelludo antes de limpiar y lavar con champú. A veces se utiliza una crema medicamentosa, sobre todo en caso de dermatitis grave. Para los síntomas leves, se prescribe una crema no medicamentosa para mantener la piel húmeda.

Si se identifica la naturaleza específica de la dermatitis (por ejemplo, fúngica), se prescribe el tratamiento adecuado.

Cuidados de la piel para la dermatitis seborreica:

  • Limpie la piel a diario con jabón suave o champú anticaspa (champú para bebés);
  • Suavizar la piel escamosa con aceite mineral o aceite de oliva y dejar el aceite sobre la piel durante aproximadamente una hora, después cepillar suavemente las escamas y lavar la piel;
  • Evitar el uso de productos de peluquería durante el tratamiento;
  • Evite los alimentos que contengan alcohol, ya que pueden exacerbar la dermatitis seborreica;
  • Para reducir la irritación, use ropa de algodón;
  • Si tiene síntomas de dermatitis seborreica alrededor de los párpados, enjuáguelos todas las noches con champú para bebés y limpie la piel escamosa con un bastoncillo de algodón.