La pitiriasis rosada es un tipo de erupción cutánea. La enfermedad comienza con una mancha rosada grande, redonda u ovalada, que mide unos 2 cm o más (la denominada placa materna). Con el tiempo, la placa materna empieza a volverse amarilla, como si se arrugara, y aparece una descamación.

Al cabo de unos días, empiezan a aparecer otras manchas rosas más pequeñas (normalmente de no más de 1 cm) en el cuerpo. La erupción aparece con mayor frecuencia en el pecho, la espalda y el abdomen en personas de entre 10 y 35 años. El periodo que transcurre desde la aparición de la placa materna hasta la desaparición de la última mancha es de aproximadamente 1-3 meses.

En el curso normal, la pitiriasis rosada, por regla general, no causa complicaciones graves y no se transmite de persona a persona por contacto.

Etiología

Hasta la fecha, no se ha establecido la causa específica de la pitiriasis rosada. A diferencia de muchas otras afecciones cutáneas, no se trata de una reacción alérgica, y tampoco se ha establecido la naturaleza fúngica o bacteriana de la erupción.

Algunas escuelas dermatológicas consideran la etiología vírica, en particular, la infección hermética, pero esto no se ha demostrado de forma concluyente.

Síntomas


La erupción suele comenzar con una única mancha redonda u ovalada de color rosado con un margen elevado (harbinger, placa materna). Más tarde, empezando en la parte central de esta mancha, aparece descamación, y el color se vuelve amarillo.

El tamaño de la placa materna es de aproximadamente 2-10 cm.

Al cabo de unos días o semanas, aparecen en el abdomen, el pecho, la espalda, los brazos y las piernas manchas agrupadas, más pequeñas, ovaladas y rosadas, de 1 a 2 cm. Estas manchas pueden extenderse al cuello, muy raramente a la cara. Gradualmente, aparecen escamas plegadas secas apenas perceptibles en el centro de las manchas, y se observa un borde sin descamación a lo largo de la periferia.

Las manchas de la espalda suelen ser ovaladas o alargadas, y están situadas verticalmente y en ángulo con respecto a la columna vertebral, lo que da un aspecto de «abeto».

Aproximadamente la mitad de los pacientes con pitiriasis rosada desarrollan un picor leve, que no causa problemas graves, pero que con un curso prolongado de la enfermedad puede empeorar la calidad de vida.

La erupción suele durar de 6 a 8 semanas, pero puede prolongarse varios meses.

En raras ocasiones, la erupción puede adoptar otras formas. Pueden observarse pápulas redondas en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas de piel oscura. En lactantes y niños pequeños pueden aparecer ampollas (erupción vesicular). En algunas personas, la placa materna puede estar ausente o pueden estar presentes dos.

Antes de la aparición de la enfermedad, los pacientes suelen notar una sensación de fatiga o síntomas parecidos a los de la gripe: dolor de cabeza, dolor de garganta, pérdida de apetito, debilidad, náuseas.

Diagnóstico diferencial


La erupción de la pitiriasis rosada puede ser similar a la de otras enfermedades cutáneas, como la tiña, la tiña versicolor, el eccema y la psoriasis.

Una erupción similar puede ser una manifestación de intolerancia a ciertos medicamentos o de exposición a otras sustancias tóxicas en el organismo.

Una erupción en las palmas de las manos o las plantas de los pies puede ser signo de una enfermedad más grave que la pitiriasis rosada. En tales situaciones, es necesario un examen dermatológico.

Diagnóstico


A menudo basta con un examen visual para diagnosticar la pitiriasis rosada. Sin embargo, el proceso de diagnóstico puede resultar difícil cuando sólo es visible el precursor (placa materna). Durante este periodo de la enfermedad, la pitiriasis rosada suele confundirse con la tiña o el eczema. Tras la aparición de una pequeña erupción, el diagnóstico se hace evidente.

Si el diagnóstico no está claro, pueden realizarse pruebas adicionales para excluir lesiones cutáneas fúngicas (prueba del hidróxido potásico [KOH]) u otras enfermedades (cultivo, biopsia).

Tratamiento de la pitiriasis rosada


Por lo general, la pitiriasis rosada no requiere tratamiento especial: la erupción desaparece por sí sola en 1-3 meses. Si aparece picor, pueden recetarse lociones especiales. Cuando aparecen síntomas graves de inflamación, picor intenso, se utilizan antiinflamatorios locales, corticosteroides.

A veces se prescriben medicamentos antivirales (como el aciclovir). El inicio precoz de estos fármacos (al principio de la erupción) puede acortar la duración de la enfermedad y la gravedad de los síntomas.

Si la erupción persiste durante más de 3 meses, se requiere una cita de seguimiento obligatoria con un dermatólogo.

Reducir la gravedad del picor en casa:

  • Evitar el sobrecalentamiento y las altas temperaturas en la habitación;
  • Ropa holgada de algodón;
  • Duchas frías o templadas (evitar los baños calientes);
  • Utilizar cremas de hidrocortisona de venta libre para tratar pequeñas zonas con picor (siguiendo estrictamente las instrucciones);
  • Pueden utilizarse antihistamínicos de venta libre;
  • Utilizar cremas o lociones hidratantes de calamina;
  • Durante el periodo de enfermedad, utilizar únicamente jabones suaves y delicados (por ejemplo, jabón para bebés).